Sistema de gestión de Calidad ISO 9001:2015

Cada vez hay más necesidades y menos dinero, público o privado, destinado a subvenciones. La transparencia de las cuentas ya no es un valor exclusivo para obtener fondos. Se hace también necesario acreditar que los recursos se gestionan correctamente, aplicando de forma continuada un sistema de retroalimentación que mida y analice su sistema de gestión para hacerlo más eficaz.
La certificación oficial hace que un Sistema de Gestión de la Calidad sea eficiente, se realiza a través de empresas acreditadas, con el respaldo de organismos internacionales. Las Normas ISO son las más extendidas y reconocidas del mundo.
La certificación ISO garantiza a los donantes de la ONG sus métodos de trabajo y que son los adecuados para conseguir la máxima eficacia y calidad del servicio que prestan.
Las Normas ISO están asociadas a competencia y valor añadido.
Posibilita la entrada a proyectos de envergadura, y también a la obtención de subvenciones de grandes corporaciones o administraciones de alto nivel, muy exigentes en sus requisitos para la participación.
Aporta mejora continua, rigor, organización y racionalidad en el trabajo.

¿CUÁL ES EL PROCESO?

El proceso de certificación consta de diferentes fases, que normalmente se realizan en un periodo de entre 3 y 6 meses, dependiendo del Sistema de Gestión de la Calidad implantado.

FASE 1

FASE 5

REVISIÓN DEL SISTEMA

INDICADORES

FASE 2

FASE 6

CONTEXTO DE LA ORGANIZACIÓN

AUDITORIA INTERNA

FASE 3

FASE 7

PROCESOS DE REALIZACIÓN

OBTENCIÓN DEL CERTIFICADO

FASE 4

PROCESOS DE SOPORTE

Algo más que una ISO

Las organizaciones sociales necesitan transparencia.
Hasta ahora la transparencia se centraba en la pulcritud de las cuentas.
En estos momentos se pide acreditar el requisito de la eficiencia: la herramienta que hace que los recursos recibidos sean gestionados con efectividad y eficacia.

Las Normas ISO emanan del Comité Internacional de estandarización. Son las más utilizadas en las empresas, industrias y servicios para acreditar la eficiencia de los Sistemas de Gestión. Las organizaciones sociales también deben recurrir a esta certificación porque es la única válida a nivel oficial.
En una entidad social siempre se había considerado la gestión como una palabra secundaria, mientras que la «buena intención» era lo más importante. Gestión era un concepto empresarial que, aparentemente, no tenía relación con la entidad social.

Actualmente es al revés, las entidades sociales deben gestionarse como una empresa, y, justamente porque son empresas no convencionales, aún deben hacerlo mejor: por su compromiso social han de alcanzar la excelencia.

Son las más utilizadas en las empresas, industrias y servicios para acreditar la eficiencia de los Sistemas de Gestión. Las organizaciones sociales también deben recurrir a esta certificación porque es la única válida a nivel oficial.